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miércoles, 2 de marzo de 2011

Mercado libre y Revolico

Pensar en la existencia de un sitio para comprar y vender por internet en Cuba pareciera ser imposible. Y sin embargo no lo es.
Revolico.com es una página de similares características a nuestro Mercado libre argentino, solo que por estar en Cuba, está al límite (por no decir mas allá) de las reglamentaciones del país.
En este sitio se puede comprar lo mismo que en la página de Argentina y también más.
Falta un repuesto para el carro, hay que pintar la casa, comprar una notebook, contratar un catering, comprar unos tenis nuevos, alquilar una casa en la playa…Para solucionar estos y miles de otros problemas está Revolico. Un sitio caótico y muy desorganizado. En él es una verdadera hazaña hallar en un primer intento lo que uno busca. Pero de que se encuentra de todo, de eso se puede dar fé. Incluso se puede encontrar gente que se ofrece a traer lo que sea (lo que sea) desde EEUU y lo cobra por el peso del paquete. Increíble. Esperense. Lo mas importante en estos casos es la confianza. El viajante negociante deja los datos de su familia en La Habana para que los llamen, vayan a conocerlos, y de paso comprueben que todo es real.

Quienes conocen Cuba saben muy bien de las carencias materiales que se manifiestan a través del bloqueo y como esto repercute en cada detalle de la vida cotidiana. Por ejemplo: se acaba la salsa de tomate, o el papel sanitario, o el jabón de lavar, o el aceite. Esto puede ocurrir en cualquier momento, sin previo aviso. Desaparece de las tiendas. Se agota en todas partes. "El aceite esta perdido" seria la frase correcta. Ni hablar de necesitar una memoria para la computadora o un simple mouse. Puede hallarse pero al triple o al cuádruple de su valor real.  Revolico ofrece de todo y a precios muy buenos. Ese es su secreto: demanda y oferta.

Es evidente el crecimiento de este sitio. Mucha gente lo conoce y lo usa. En algunas ocasiones el sitio se encuentra bloqueado y no se puede acceder a él sino mediante un túnel. Sin embargo sigue existiendo y se tolera pues resuelve muchos problemas que por las vías normales serían muy difíciles o imposibles de resolver.

Recuerdo hace más de una década en Argentina una publicidad del sitio Mercado Libre que se puso en la TV: eran imágenes de archivo en blanco y negro de Fidel dando un encendido discurso a la multitud. Hoy me doy cuenta de que debería ser de la década del 60, a inicios de la revolución. Pero sorpresa! Este Fidel eufórico no hablaba de socialismo ni de revolución sino de libre mercado, es decir, de mercado libre. El doblaje estaba muy bien hecho y la publicidad resultaba muy graciosa. En esa década del noventa el comercio en internet y el socialismo cubano parecían dos mundos imposibles de conectar. Ese era el chiste. Pero estos tiempos cambian rápido. ¿Lo habrá visto el cubano que inventó Revolico?.
Publicidad Mercado Libre 






 

martes, 1 de marzo de 2011

Hacer la cola en Cuba

Se han escrito muchos artículos en lo referente al tema. Es sin dudas, uno de los destacados que se pueden observar cotidianamente en Cuba. Por donde vayamos lo veremos; para comprar, para pagar, para cobrar, para entrar, para salir… Me refiero a hacer la cola.
Llegar con el tiempo justo, apurado y con muy poco tiempo a realizar un trámite o una simple compra y encontrarse con una cola de media cuadra puede resultar una de las experiencias más desagradables del planeta.
¿Pero qué pasa cuando esto se convierte en moneda corriente?
Pues quedan dos caminos: O desistir eternamente de la cuestión y aceptar alegremente el ostracismo social o vivirlo con resignación y valor. ¿Pero qué hay de transformar esta experiencia potencialmente desagradable en algo llevadero y hasta placentero?.
Pues en Cuba se puede observar a mucha gente que ha optado por esta tercera posición.
Un dato fundamental para entender todo este tema es que en Cuba el sistema garantiza y distribuye entre sus habitantes algunos alimentos básicos a precios subvencionados y en moneda nacional. A través de la conocida Libreta de abastecimiento. Cuando llega un producto especial como puede ser pollo a la bodega (especie de almacén de barrio donde se compra con libreta) se dispara el rumor y en pocos minutos se forma tremenda matazón, que es algo así como una cola enorme y descontrolada.
¿Cómo funciona la cola?
Masomenos así. Situación: Cola en la panadería. Uno llega temprano para coger el pan calentito y recién horneado. ¡Pero vaya! parece que no es el único iluminado. Una decena de personas pensaron igual que vos y encima madrugaron. Al llegar se impone la pregunta en voz alta (casi gritando): – ¿Ultima persona?- Y alguien (llamémoslo el señor de gorra azul) le responderá: -¡Yo!- O simplemente hará una señal. Y puede ser que además agregue: -Detrás de la señora- (y la señale).La señora se dará vuelta y le dirigirá una mirada cómplice. Se ha sellado un pacto de sangre. Ahora, pase lo que pase, y en el aparente caos (no existe en realidad una cola formada ni recta, sino más bien un cúmulo de personas que van y que vienen, caminan, se juntan y se superponen) usted puede estar seguro que va detrás del señor de gorra azul, que va detrás de la señora que lo miró. A eso se le llama marcar en la cola. Inmediatamente y automáticamente se ha trasformado usted en la persona responsable de dar las coordenadas de la cola a la siguiente persona que llegue. A partir de este momento usted puede dedicarse a muchas cosas: puede irse a la otra esquina a visitar a un amigo, a comprarse un café, o simplemente puede dedicarse a sociabilizar con los que están en la misma situación de espera.
Ese momento de marcar la cola es crítico, uno debe estar muy atento e identificar muy bien a las personas que lo preceden, pues puede convertirse en víctima de los audaces colados. Gente que llega calladita y sin pedir último observa el desarrollo de los acontecimiento y a la menor distracción usurpa un lugar y lo defiende con mucha vehemencia y convicción con argumentos tales como que fue y vino o que las personas de delante le marcaron, etc, etc. Este personaje es un descarao o mete cabeza.